Respaldo a la Alcaldesa electa Alessandra Rojo de la Vega: Un Golpe a la Democracia en Cuauhtémoc
La democracia es el pilar fundamental sobre el cual se sostiene nuestra sociedad. Es el mecanismo que garantiza que la voz de cada ciudadano se escuche y que las decisiones sobre nuestro futuro sean tomadas por aquellos a quienes elegimos con nuestro voto. Hoy, ese principio fundamental está siendo amenazado en la Alcaldía Cuauhtémoc.
Alessandra Rojo de la Vega, quien ganó de manera legítima la elección para encabezar la Alcaldía Cuauhtémoc, se encuentra en el centro de un polémico intento del Tribunal Electoral de la Ciudad de México por despojarla de su triunfo. Este no es solo un ataque a su persona, sino un ataque directo a la voluntad popular expresada en las urnas.
No podemos permitir que el capricho de unos cuantos prevalezca sobre el mandato de la mayoría. El intento de revertir su triunfo a través de maniobras legales es un golpe a la democracia, y debemos ser claros: cualquier intento por desconocer la voluntad del pueblo es una traición a los principios sobre los cuales se fundamenta nuestro sistema político.
Alessandra Rojo de la Vega no es solo una figura política; es la encarnación de la esperanza de miles de habitantes de Cuauhtémoc que votaron por un cambio, por un liderazgo que promete transparencia, justicia y progreso para todos. Desconocer su triunfo es ignorar a cada una de esas voces.
Como sociedad, no podemos quedarnos callados ante este tipo de atropellos. Debemos expresar nuestra solidaridad y respaldo a Alessandra, no solo por lo que representa su victoria, sino por lo que está en juego: el respeto a la democracia y la integridad de nuestras instituciones.
El Tribunal Electoral de la CDMX tiene una gran responsabilidad en sus manos. Debe recordar que su deber es proteger y respetar el mandato popular, no distorsionarlo. Cualquier acción que no respete el voto de los ciudadanos será vista como un grave retroceso en nuestra vida democrática.
Alessandra Rojo de la Vega merece el apoyo de todos aquellos que creen en la democracia, en el estado de derecho, y en un futuro donde la voz del pueblo sea inquebrantable. Porque en esta lucha, no se trata solo de una elección, sino de la defensa de los valores que definen quiénes somos como sociedad.