MÉXICO EN LA MIRA DE EE.UU.: INDUSTRIAS AFECTADAS POR LOS NUEVOS ARANCELES DEL 25%
El reciente anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de un arancel del 25% a las importaciones mexicanas ha encendido las alarmas en el sector empresarial y financiero de México. Aunque el gobierno de Claudia Sheinbaum aún no ha emitido una respuesta oficial, las consecuencias económicas de esta medida podrían ser devastadoras para diversas industrias clave que dependen del comercio con EE.UU.
Industria automotriz y autopartes: el golpe más fuerte
México es el principal proveedor de autopartes y vehículos para el mercado estadounidense. Un arancel del 25% encarecería los costos de producción y afectaría la competitividad de empresas como:
General Motors (GM) México, que ensambla modelos como la Chevrolet Silverado y Equinox en Silao y Ramos Arizpe.
Ford México, con su producción de la Ford Maverick y Bronco Sport en Hermosillo.
Volkswagen en Puebla, donde se fabrican el Jetta y el Taos para exportación.
BMW San Luis Potosí, productor del BMW Serie 3 y el iX3 eléctrico para EE.UU.
Proveedores clave como Nemak, Rassini y Metalsa, que fabrican componentes esenciales para la industria automotriz estadounidense.
La aplicación de estos aranceles aumentaría los costos para los fabricantes estadounidenses, lo que podría traducirse en precios más altos para los consumidores y posibles reubicaciones de plantas fuera de México.
Electrónica y manufactura: un sector en riesgo
México es un centro de producción de electrónicos para EE.UU., con empresas que podrían verse seriamente afectadas, como:
Foxconn y Flex, que ensamblan servidores y dispositivos electrónicos en Jalisco y Baja California.
LG y Samsung, con plantas en Monterrey y Querétaro para la fabricación de televisores y electrodomésticos.
Whirlpool México, cuya planta en Apodaca, Nuevo León, abastece el mercado estadounidense con refrigeradores y lavadoras.
Estos aranceles podrían hacer menos rentable la producción en México, lo que llevaría a una relocalización de operaciones hacia Asia u otros países con menores costos arancelarios.
Agricultura y alimentos: impacto en exportaciones clave
México es el principal proveedor de varios productos agrícolas para EE.UU., y los aranceles del 25% podrían elevar los precios para los consumidores estadounidenses y reducir la competitividad de los productores mexicanos. Entre los más afectados estarían:
Aguacates de Michoacán, con empresas como Grupo Cartama y Los Cerritos.
Jitomates de Sinaloa, producidos por compañías como Agrícola El Rosal y Bioparques de Occidente.
Frutos rojos de Michoacán y Jalisco, liderados por exportadoras como Driscoll’s y Berries Paradise.
Cerveza mexicana, con Grupo Modelo y Heineken como principales afectados, ya que EE.UU. es su mayor mercado de exportación.
El encarecimiento de estos productos podría afectar tanto a productores mexicanos como a consumidores estadounidenses, que verían precios más altos en supermercados y restaurantes.
Acero y aluminio: una nueva crisis para el sector
México exporta grandes cantidades de acero y aluminio a EE.UU., principalmente para las industrias de construcción y automotriz. Empresas como Altos Hornos de México (AHMSA), Ternium y Nemak se verían impactadas con menores ventas y posibles despidos.
Textil y calzado: productos en riesgo
La industria textil mexicana también enfrenta un panorama complicado con estos aranceles. Entre los afectados destacan:
Levi’s y Wrangler, que fabrican jeans en Torreón, Coahuila, y dependen de EE.UU. como principal mercado.
Flexi y Andrea, exportadores de calzado a grandes cadenas como Walmart y Target.
Los aranceles podrían encarecer estos productos, reduciendo su competitividad frente a fabricantes asiáticos.
Aún sin respuesta oficial de México
Hasta el momento, el gobierno de México no ha anunciado medidas de respuesta ante la decisión de EE.UU. Sin embargo, empresarios y analistas han advertido que este escenario podría desencadenar represalias comerciales y renegociaciones dentro del T-MEC, el tratado que rige el comercio entre ambos países y Canadá.
México se enfrenta a un reto crucial: decidir si responde con medidas similares o busca una solución diplomática que minimice el impacto económico. La reacción del gobierno será clave para definir el futuro de la relación comercial con su principal socio.
